Hasta la edad de ocho años llevé un tubo de alimentación gástrica. Algunos de ustedes pueden pensar que suena horrible, pero lo único realmente malo para mí en ese momento era que me quitaba tiempo de juego.Todavía recuerdo el día en que el doctor decidió que podía quitarlo y yo estaba muy contento porque significaba que sería más como mis amigos y también porque podría empezar a nadar. Como tampoco todavía tenía una dieta 100% sólida, tuve una de ésas bebidas nutritivas llamadas fortisip para aumentar mi ingesta de calorías. Eran como un batido de leche y venían en diferentes sabores como chocolate, tropical, fresa, plátano.. todavía me tomo un fortisip doble para empezar el día (puede que sea un poco adicto a ellos, ja, ja).